Este artefacto de porcelana y oro es el resultado de una colaboración con Marre Moerel. En una época de constantes interrupciones de la comunicación, decidimos reflexionar sobre la diferencia entre oír y escuchar, ya que esta última implica una recepción más profunda.
Nuestra idea ha sido desarrollar un dispositivo analógico de escucha activa; crear un objeto sencillo que fomente un diálogo real entre dos personas.
La forma deriva del original cuerno de la oreja, que, como las gafas, no oculta nuestros defectos, sino que los resalta y ejemplifica, creando una hermosa joya como prolongación del cuerpo a través de la cual podemos simpatizar con los demás.