"La arquitectura es una escultura habitada", decía Constantin Brancusi. Nuestras piezas, incrustadas con piedras preciosas, lisas con el esmalte de la cerámica y ricas en color, están hechas a mano como pequeñas esculturas que se pueden llevar puestas: atemporales, cómodas, queridas y habitadas, como nuestros hogares.